La verdad es que no hay muchas novedades con respecto a la sesión de hace dos años y, lo que más me sorprende, un tema tan crucial como la irrupción de las nuevas tecnologías en las campañas de las ONG apenas mereció un comentario. Esto es un resumen de la sesión:
Ignasi Carreras plantea cambiar el modelo de actuación de las ONG (en realidad, es un cambio que se está produciendo en algunas, principalmente en las grandes) en el sentido de combinar adecuadamente la incidencia política con los programas sociales o de cooperación con el objetivo de impulsar cambios locales y globales de forma simultánea. Pero para ello las ONG deben cumplir una serie de requisitos:
- Saber combinar idealismo y pragmatismo
- Independencia política, y ya adelanta aquí lo difícil de lograrlo sin una independencia económica.
- Credibilidad y rigor o, lo que es lo mismo, transparencia y rendición de cuentas.
- Talento y experiencia. Carreras señala que es una pata coja del sector, frente a otros sectores como el político o empresarial
- Financiación adecuada, es decir, aumentar la base social.
Esto me recuerda al vídeo que acabo de ver de Jeremy Irons y su "cabreo" ante los 1.000 millones de hambrientos en el mundo. Es conmovedor pero... ¿a quién dirijo mi cabreo? Porque lo de "exigir a los líderes mundiales" desde luego ya no funciona. Pero sí funciona cuando señalas leyes de comercio injustas y su lugar de aprobación, prácticas comerciales depredadoras y sus protagonistas... Y además si planteamos posibles soluciones (Tasa Robin Hood, Banca ética, ejemplos modelo de cooperación al desarrollo...) lograremos más eficacia en nuestras campañas.
Marta Arias planteó toda una batería de preguntas que siempre nos debemos hacer y responder antes de organizar una campaña, y nos dio como referencia esta web: http://www.campaignstrategy.org/. Resulta un buen ejercicio pensar en una campaña de nuestra organización y comenzar a responder a estas cuestiones:
¿Qué queremos lograr?, ¿quién tiene la clave para lograr el cambio?, ¿qué necesito?, ¿qué receptividad encontraré a la campaña?, ¿qué puedo decir o hacer y qué no?, ¿qué legitimidad tengo?, ¿necesitamos una campaña para lograr nuestro objetivo? ("utiliza una campaña cuando todo lo demás haya fallado", señala Marta Arias), ¿dónde está el poder? (Lo dicho, invocar a los líderes mundiales no señala dónde está el poder).
Esteban Beltrán estuvo, como siempre, muy agudo, conquistando rápidamente a la audiencia citando incluso a Pinochet. Beltrán planteó algo tan simple como importante: Cuando hablamos de ayuda al desarrollo, ¿son políticas públicas o son derechos humanos?. En el primer caso nos enfrentamos a una negociación para lograr cesiones y, en el segundo, no hay discusión porque hablamos de derechos.
El problema aparece ante los derechos sociales y su formulación en la Constitución española donde se les da un carácter más voluntarista al señalar que se alcanzarán de forma progresiva. Frente a ello, puso el ejemplo de Sudáfrica donde se convirtió en ley, y amparado por sentencias, el acceso gratis o a precio reducido de los medicamentos antirretrovirales.
Beltrán también señaló, relacionado con las preguntas de Marta Arias y para ver que no hay reglas inflexibles, un tipo de incidencia política basada en la resistencia: sabes que vas a perder la batalla, pero hay que darla porque tenemos algo que se llama principios. Ejemplos: ley de asilo, de extranjería, reforma del código penal...
La fragilidad de los derechos humanos, señala Beltrán, se traslada ahora a la nueva frontera entre "tener papeles y no tenerlos" y a las víctimas de la pobreza. De ahí las conexiones cada vez mayores, y esto no lo dijo Beltrán pero supongo que lo pensaba, entre las ONG de desarrollo y las de derechos humanos.
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