El pasado 4 y 5 de junio se celebró el II Encuentro de ONGD organizado por la Coordinadora Estatal. En la mesa sobre "Base social" se presentaron los resultados del trabajo realizado en los últimos meses por el grupo de Base Social de esta Coordinadora, en el que participé.
El tiempo era breve y había que condensar las propuestas en poco tiempo. Cristina Porras, de Setem, Javier Marsans, de Ayuda en Acción y yo teníamos como reto presentar el trabajo de este grupo. Por mi parte, presenté las principales líneas, propuestas o retos para las ONGD sobre su base social para los próximos años. Pero antes puede ser interesante la definición que el grupo acordó para base social:
"Conjunto de personas, colectivos y entidades que por identificación con la visión, misión, valores y principios de una ONGD, se implican para contribuir a cumplir sus objetivos de forma activa, consciente y con voluntad de continuidad. Identificación y compromiso son valorados expresamente como imprescindibles por la ONGD, dotándola de un carácter social representativo, a la vez que otorgan legitimidad social a su misión y a las acciones que desarrolla".
Donde fue difícil el acuerdo era distinguir por colectivos quién pertenece y quién no a la base social de las ONGD. Había unanimidad sobre socios, voluntarios y contratados pero, ¿los beneficiarios? ¿los compradores de comercio justo? Por ello era importante incluir el matiz de "voluntad de continuidad" para evitar la inclusión de colaboradores puntuales.
Y las propuestas fueron:
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