Fue hace ya nueve años cuando se comenzó a hablar de la necesidad de unir la redacción digital y tradicional para que los periodistas pudiesen elaborar sus informaciones en diversos formatos (audio, vídeo, texto, móvil, etc), incluso recuerdo algún que otro artículo sobre los futuros ciberperiodistas, equipados con cámara, grabadora, portátil, móvil... Y ahora incluso Nokia lanza un teléfono especialmente diseñado para periodistas.
Fue también en 1999, trabajando en el experimento del grupo PRISA, Inicia, cuando intenté aplicarme a mí mismo el discurso que me llegaba de los directivos, un mismo periodista creando varios formatos. Así que me armé con todos estos aparatos (móvil, cámara, grabadora...) y me fui a cubrir una rueda de prensa. Y logré un record: superar mi nivel de stress con creces. El resultado fue un artículo de texto y un paracetamol de 600 gramos.
La parte positiva, pensaba, sería que he logrado evitar poner en peligro muchos puestos de trabajo. Pero no, la profesión periodística será para cualquiera, si lo hace por aficción, y para unos pocos, si también lo hacen para ganarse el pan.
Pocos medios tradicionales han logrado hasta ahora integrar las dos redacciones en una única, pero empiezan a surgir buenos ejemplos que ya pueden hablar desde la experiencia de uno o dos años de integración. La BBC -que cabe recordar que recientemente anunció numerosos despidos- ha avanzado en la integración de redacciones, como se puede leer en esta crónica de Steve Herrmann. También el diario Clarín había logrado avanzar hacia este formato de redacción y de trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario