Lo comentaba un grupo de inmigrantes a un periodista de El País tras ver el último debate entre Rajoy y Zapatero, y es cierto. Los dos grandes partidos políticos -uno activamente y el otro arrastrado hacia la demagogia- convirtieron la inmigración en un problema imaginario para ofrecer sus soluciones de opereta.
Pero la mayor decepción llega cuando observo que la prensa más seria, en un pretendido alarde de periodismo sin concesiones hacia la política, se estrella contra el mismo muro imaginario. Si no, cómo entender la pregunta que formula el director de El País, Javier Moreno, a Rodríguez Zapatero en la última entrevista antes de las elecciones:
"¿Es consciente de que los ciudadanos con ingresos medios y medios-bajos compiten con los inmigrantes para acceder a servicios cuya calidad se está deteriorando en hospitales, escuelas...?"
El periodista recoge el discurso del Partido Popular y se lo apropia, plantea el derecho a la salud y la educación en términos de competencia entre grupos de ciudadanos e implícitamente relaciona el deterioro de esos derechos con la inmigración. Seguramente no era la intención del periodista, buscaba una posición de Zapatero ante "ese problema", pero el resultado es el que ha dominado la campaña electoral: "Somos muchos", "no cabemos", "colapsan los servicios públicos" y cientos de mentiras más.
Con respecto a las respuestas de ambos candidatos sobre los y las inmigrantes, dará para uno, dos, o cientos de post. Es cierto, los inmigrantes perdieron estas elecciones.
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